Para esta investigación se optó por el formato encuesta, ya que se trata de un estudio perceptivo. Se desarrollaron una serie de maquetas cuyo interior era recorrido por los encuestados a través de un muñeco imantado. A estas maquetas las nombramos maquetas binoculares, ya que el espectador se untroduce en su interior haciendo uso de ellas como si fuesen binóculos.

La respuesta a la cuestión de las proporciones la hallamos en la obra Le Modulor de Le Corbusier y en las proporciones faciales. El arquitecto francés establece unas proporciones de figura humana de 1,83 m. de alto y 2,26 m. con la mano en alza. Trabajando, por tanto, a una escala de 1:60, los 15 cm. de distancia necesaria para cubrir el campo de visión binocular del encuestado representarían 9 m. de ancho. Para una altura cotidiana de 3 m. de altura, la maqueta tendría 5 cm. de alto, lo cual es suficiente para cubrir la distancia entre las cejas y los pómulos. En consecuencia, establecemos una longitud de 12 m. -20 cm. en la maqueta- para que pueda tener lugar el recorrido.

En la figura humana con la que recorrían los encuestados las maquetas, se dispusieron unas minas de colores para que dibujasen inconscientemente el recorrido que realizaban.

Estos recorridos se dibujaban en unas láminas situadas en la parte inferior de cada maqueta.

Para poder realizar la encuesta se diseñó un mueble para la inserción en él de las maquetas. Con el objetivo de facilitar la utilización del individuo a escala, así como la percepción del interior de las maquetas, se diseñó un soporte con inclinación de 45 grados.

De esta forma el encuestado respondía con sus movimientos a la pregunta: “¿Cómo avanza usted por este espacio?